miércoles, 17 de diciembre de 2008

El hieratismo extremo de Alla Nazimova


Salomé 1923


La tensión dramática de la obra reside visualmente en el gesto rígido y malvadamente perdido de Alla Nazimova. No sólo en su rostro, en sus ojos y labios crispados sino que se extiende por todo su cuerpo para dotar cada escena de una calidad pictórica sobervia. Es una interpretación personal alejada de la languidez que en realidad transmiten las obras de Beardsley, el referente más cercano del film. Esta no es una perversión juguetona como la de aquel, es un camino a la locura...

El vestuario creado por Rambova, esposa de Rodolfo Valentino y probablemente amante de Nazimova, sí bebe mucho más de los dibujos que realizara Beardsley para la obra de Wilde.

Sorprende pues, que sea una película americana, demasiado esteticista, demasiado inmoral...

sábado, 13 de diciembre de 2008

Theda Bara, Cleopatra 1917


Como alguien dijera, quizás no fuera la Cleopatra más bella posible, pero sí la de más carácter...
Eso desde luego se puede intuir por el abundante material fotográfico que se conserva de la galería de poses femme fatale con las que debió deleitar al público. Si tecleáis Theda Bara en Google Images el setenta por ciento de las imágenes corresponden a esta película. Paradójico para un film cuya suerte fue arder (¡por duplicado, tanto la copia que conservaba la Fox, como la del Museo de Arte Moderno de NY!) hasta sólo conservarse 45 segundos de su metraje original.
Así que lo más cerca que se puede estar de contemplar la película original es ver la parodia (ya existían en aquel momento) que Fatty Arbuckle realiza en un momento de su película 'The Cook' de 1918, de la que a su vez se ha perdido el final.

martes, 9 de diciembre de 2008

No Safety at All




Este mes y medio de cine mudo está siendo intenso. Hay desde luego muchas delicias iconográficas a las que sucumbir. Incluso tiempo para jugar...






domingo, 7 de diciembre de 2008

La Pasión de Juana de Arco

La Passion de Jeanne d'Arc 1928

La mesmerizante Maria Falconetti se adueña de la pantalla. De hecho apenas cabe en ella en los juegos de primeros planos intensos a los que la somete Dreyer haciendo de su belleza transida el contrapunto dramático de los rostros taimados de sus jueces como único vehículo narrativo. Maria Falconetti, Renée Maria Falconetti, Renee Jeanne Falconetti o simplemente Falconetti. Muchos nombres para una mujer acreditada como actriz en apenas tres películas, pues es precisamente este trabajo, interpretando a la Jeannette al borde del colapso espiritual ideada por Dreyer, el punto final de su carrera. Demasiado esfuerzo emocional y eso se nota en la película (aunque como espectador también se agradece).
Merece la pena también destacar la música de la versión que actualmente circula a cargo de Richard Einhorn con su Voices of Light.
La película, como anécdota final, fué restaurada de la única copia que existía, rescatada de... un sanatorio mental. Simplemente no me extraña.